viernes, 18 de diciembre de 2009

Ausencia

Sentí que algo faltaba al entrar en la alcoba.
Sin embargo, todo estaba en su sitio.
Las pequeñas riquezas
que solo identifica el que las hizo
riquezas, valiosos
objetos de la infancia que seguía
prendida débilmente de aquel cuarto.
Sí, todo estaba en su sitio.
Hasta una breve nota que se abría

trabada con un peso en la mesilla.
Ahora sé que algún tiempo
no quise adivinarlo.
Lo supe cuando entré: Ya te habías ido.
Por eso lo dejaste todo en orden.
Si volvieras ahora
serías un extraño.